torsdag 4 februari 2010

Cambios en la función del arte


Cuál ha sido la función del arte en los diversos períodos históricos?. Solo apuntaré que las funciones cumplidas por el arte, han sido tan variadas a lo largo del tiempo como el propiciar una buenza caza; contribuir a la divinización o exaltación del soberano desde muy diversos aspectos; enseñar determinada doctrina a un pueblo, con referencias primordiales al cristianismo.




En cualquier caso, parece admitido que en épocas pretéritas del arte occidental y, de modo general hasta el siglo XIX, la producción artística respondía a exigencias colectivas, polarizadas en ocasiones, en un individuo o clase dominante, y reflejo en mayor o menor grado ,de la realidad objetiva circundante, pero inteligible por el pueblo en general.




Sin embargo, la revolución industrial y el desarrollo del capitalismo, que sitúa a la burguesía en la cima de la sociedad, produce un indudable cambio en la situación. Por un lado, el artista comienza a criticar el entorno en que vive, sintiéndose miembro de una clase oprimida o un hombre sin clase. Por otro lado, se empieza a perder la relación directa entre el comitente de la obra artística y su autor, y hacen su aparición los intermediarios, entendidos como marchantes o galerías de arte y luego, anticuarios y casas de subastas.




La obra de arte pierde el valor del uso que hasta entonces tuvo para el señor o para el pueblo y adquiere un valor de cambio, convirtiéndose en una mercancía más. La función del producto artístico es ahora la inversión, el prestigio, la decoración, etc. Las consecuencias de este fenómeno son múltiples: el artista intenta individualizar su obra y evitar que se convierta en un mero objeto de comercio, pero, si pretende darla a conocer habrá de entrar en el sistema que solo contempla el arte como negocio, aunque lo niegue, porque precisamente ello hace aumentar el valor de la obra. La hipotética solución de no integrarse, lleva también en cualquier caso a distanciar el lenguaje del artista y su comprensión por la comunidad y por eso, la función comunicativa del arte se ha perdido.

onsdag 27 januari 2010

Los hermanos Lorenzetti



La última etapa de la escuela trecentista, está representada por los hermanos Lorenzetti. Ambroggio, es el continuador de las grandes composiciones murales del Ayuntamiento. A él se deben las cuatro grandes alegorías de la Paz, representada bajo la forma de una joven matrona acompañada en su estrado por la Fortaleza y la Prudencia; del Buen Gobierno en la ciudad; del Mal Gobierno y del Buen Gobierno en el campo. Lorenzetti pinta con este motivo, gran número de figuras alegóricas y de escena de la vida profana, donde ilustra los efectos del buen y del mal gobierno, ordenándolas con grandiosidad y gracia narrativa.
De Pietro Lorenzetti es la bella pintura de la Virgen entre dos santos, de San Francisco de Asís. En ella, bajo la suavidad de expresión y el blando modelado típicamente senés, se percibe un dramatismo que parece aprendido en Giotto.
Después de estos mencionados pintores de la escuela trecentista de Toscana, todos de acusada personalidad no obstante su estrecho parentesco espiritual, la vena pictórica senesa se agota y no vuelve a producir ningún pintor de categoría. Pero la fecundidad florentina, al comenzar la nueva centuria, por el contrario, es cada vez mayor.

söndag 24 januari 2010

Simone Martini


El segundo gran maestro de la escuela trecentista, es Simone Martini. De una generación posterior a Duccio, su estilo es considerablemente más avanzado. El sentido senés de la elegancia, derivado del gótico, en pro de lo curvilíneo, hace que sus figuras, al abandonar la rigidez bizantina, se tornen blandas y flexibles, y sus rostros graciosos y expresivos.


Lo mismo que Duccio, pinta una Maestá, la gran pintura mural de la Virgen ,rodeada de santos y bajo palio sostenido por ángeles, pero, comprándola con la de Duccio, la diferencia es notable: las figuras que rodean a la Virgen, se mueven con suavidad y soltura, y la monotonía y reiteración de las actitudes, han disminuído considerablemente. Pero, donde el fino sentido de lo curvilíneo alcanza un extraordinario valor decorativo, es en su delicadísima tabla de la Anunciación(1333) una de sus últimas obras y, sin duda, de las creaciones más seductoras de la pintura trecentista.


Si en la Anunciación culmina la elegancia y el sentido decorativo del autor, en los frescos de San Martín (1316)de la iglesia baja de Asís, vuelca toda la delicada poesía de su temperamento. En el gran fresco de Guidoriccio(1328), del Ayuntamiento de Siena, al mismo tiempo que nos reitera su admirable sentido de lo decorativo y de la elegancia, ofrece el primer gran retrato ecuestre de la pintura moderna. Años más tarde, Martini se traslada a Aviñon, lo que, al mismo tiempo que le permite conocer más de cerca el arte gótico, contribuye a difundir la influencia de su propio estilo.


fredag 22 januari 2010

Duccio


La otra gran escuela trecentista , radica en la misma Toscana, en la vecina Siena, la rival de Florencia. La mística ciudad de Siena, disfruta en esa época de intensa actividad pictórica. De vida tan corta, que no rebasa el fin de siglo, sus rasgos más destacados son su sentido lírico y su apego al estilo tradicional, lo que es igual, su bizantinismo. Agregándosele la gran influencia del gótico francés, que contribuye en gran medida, a crear un sentido de la forma más blando y flexible. Frente al tono giottesco fuerte y dramático, distínguese la escuela senesa, por su gracia y elegancia ligera.


El patriarca de la escuela es Duccio de Buoninsegna, quien ya en 1285 pinta la Madonna Rucellai, la que, dentro de su aspecto bizantino, descubre una leve expresión de ensueño que persistirá en la escuela. Pero su gran obra es la Maestá, cuyo traslado procesional, desde el estudio del pintor al altar mayor de la catedral ,en 1310, resulta todo un acontecimiento. Es un gran tablero, ligeramente apaisado, en cuyo anverso aparece la Virgen en majestad sentada, en su trono y rodeada de ángeles, santos patrones y mártires de la ciudad, mientras que en el reverso se presentan numerosas escenas de la vida de Jesús.


Pese al tono grave y solemne de la gran composición de la Virgen, rodeada de santos, cuyo bizantinismo es patente, tanto en el conjunto como en los menores detalles, el aire fino y elegante que anima a las figuras, es vivo reflejo de la delicada sensibilidad senesa. Y, esa misma gracia leve y sutil, se hace aún más sensible, en la interpretación de las deliciosas y pequeñas historias del dorso.

torsdag 21 januari 2010

Giotto


El artista que reacciona de manera decidida contra los convencionalismos y el amaneramiento de la "maniera greca" es el discípulo de Cimabue, Giotto di Bondone (1337), cuya actividad corresponde ya a la primera mitad del siglo XIV. Lo revolucionario de su estilo da lugar , dos siglos más tarde , la gran pintura del Renacimiento.


Su maestro relata que, en un pueblecito próximo a Florencia, nace a fines del siglo XIII, un niño que al cumplir los doce años, es enviado por su padre a cuidar de un rebaño de ovejas. Pero la inclinación por el dibujo es en él tan profunda, que entretiene sus largas horas en representar sobre la tierra o las piedras,todo cuanto tiene a la vista. Cierto día, pasa junto a él Cimabue. Asombrado el entonces famoso pintor, de que el niño copiase del natural, le invita a marchar con él a Florencia, a lo que el jóven Giotto accede gustoso.

Trasladado a Florencia, Giotto no sólo aprende con rapidez el estilo de su maestro, sino que entregado al estudio de la naturaleza, logra desterrar la "maniera greca" y crear la pintura moderna, o lo que se llamó más adelante, pintura renacentista.


Como tantas otras leyendas, es probablemente falsa en sus detalles, pero en el fondo, refleja exactamente lo que Giotto representa, en la historia de la pintura. Giotto vuelve valientemente la espalda a los convencionalismos y formulismos del estilo bizantino, y mira cara a cara a la naturaleza. Claro, que como la historia de la pintura forma parte de la historia del espíritu humano, ese amor de Giotto por la naturaleza, no es un fenómeno aislado; es el reflejo de las doctrinas de San Francisco de Asís, quien predica el amor de Dios en sus criaturas, por humildes que sean, siendo a su vez Francisco de Asís, uno de los portavoces de la gran corriente espiritual que en arte, produce el estilo gótico. Giotto es el intérprete genial de la nueva iconografía, impregnada de sentido humano, de los predicadores y escritores franciscanos.


El naturalismo, no impide a Giotto concebir las escenas con monumentalidad extraordinaria. La monumentalidad, es categoría propia de la pintura en mosaico de sus predecesores, pero en él responde también a su propia sensibilidad y adquiere caracteres diferentes. Ante sus corpulentos personajes, se adividan ya, las grandiosas figuras de Masaccio y Miguel Angel. La otra nota más destacada del temperamento de Giotto, quizás sea su hondo sentido dramático. Nadie representa antes que él,y, en forma tan intensamente expresiva, el tema de la Piedad.


La obra principal de Giotto, es la serie de pinturas al fresco de la iglesia de la Arena de Padua (1303), aparte de su ciclo de pinturas murales, consérvase en Florencia alguna capilla decorada por él. Giotto cultiva también la pintura en tabla. Su Virgen con el Niño del Museo de los Uffizi, es pintura hecha al temple, sobre fondo de oro. Durante el resto del siglo, la pintura florentina es esencialmente giottesca, figurando como sus seguidores: Tadeo Gaddi, Andrea Orcagna, Andrea Bonaiuti, entre otros.

Los Pregiottescos

La pintura italiana del siglo XIII anterior a Giotto, se mantiene fundamentalmente, dentro de las normas generales del estilo bizantino de la centuria anterior, es decir, del estilo que los italianos del Renacimiento, denominan la "maniera greca". Cultivador de ese estilo en Roma, a fines del siglo XIII es Torriti, a quien se debe el mosaico de la Coronación de Santa María la Mayor. Más progresivo es Pietro Cavallini, que vive en Roma y se forma con los maestros romanos del mosaico.

Pero esa ráfaga de vida que anima a las figuras del artista romano, puede decirse que casi desaparece en el resto de la pintura italiana. A mediados del siglo XIII, el cuerpo en las obras pictóricas, se arquea hacia la izquierda, adoptando una actitud muy típica de la escuela toscana, de la segunda mitad de esa centuria, y, distinta de la más generalizada en Occidente de la escuela gótica francesa. El pintor más ilustre de este período es Giunta Pisano, autor del Crucifijo de la Basílica de Asís. Durante la segunda mitad del siglo, la actividad pictórica es muy grande y no faltan obras firmadas, pero ninguna de ellas, aporta novedad de mayor interés.

El único artista que sabe percibir muy levemente el norte de la nueva era, es Cenni Cimbaue, que debe de haber nacido a mediados del siglo XIII. Florentino, y, formado, al parecer, con ciertos pintores de Bizancio, que trabajan en la ciudad de Arno, aunque viene dándosele desde el Renacimiento papel preponderante en la renovación pictórica, se mueve, sin embargo, dentro de la "maniera greca" dejando ver solamente en la expresión de algunos rostros el deseo de inspirarse en la naturaleza. En su gran tabla de los Uffizi, nos presenta a la Virgen en su trono sostenido por cuatro ángeles simétricamente dispuestos, con la cabeza inclinada y dirigiendo la mirada hacia el espectador, a la manera bizantina. Igualmente bizantinos son los convencionales pliegues realzados con oro de sus ropajes. La pintura mural renacentista italiana es el fresco, y la del caballete al temple.

fredag 15 januari 2010

Revolucionarios del Arte

Existen muchos libros que tratan específicamente desde el punto fundamentalmente teórico o histórico, también desde su problemática, para qué sirve y cómo se hace el arte. Por ello, y porque considero que para muchos estudiantes, e interesados en la pintura, podría ser más útil profundizar o iniciar la entrada en el universo de la pintura, precisamente centrando la atención en aquellos artistas y en aquellas obras, que significan hitos revolucionarios a lo largo de la historia, consiguiendo así de alguna manera, las claves para la comprensión del fenómeno artístico, tan complejo en sí.

Entiendo que, de esta forma, al exponer breve y en forma simple y sintética las aportaciones más trascendentes de los pintores de los últimos seis siglos, aquellos que se sientan interesados en conocer esta importante faceta del actuar humano, podría, sin desmezurado esfuerzo, conocer los ejes de coordenadas, puntos de referencias y claves que les permitirían insertar comprensivamente otras muchas obras artísticas y otros muchos pintores en su contexto. De ahí que este blog se titule "Genios de la Pintura", como también podría llamarse "Revolucionarios de la Pintura".

Sin embargo cuando me planteo, con vistas a una síntesis como la que pretendo, la elección de los pintores que más influencia han ejercido en el arte occidental ,preferentemente, los problemas prácticos que se me presentan son cuantiosos. Además de la influencia ejercida en su propio medio, he valorado, desde mi humilde punto de vista, a aquellos en que la influencia ejercida sobrepasó las fronteras geográficas y políticas del artista.

Trataré por tanto, de recoger lo más relevante de cada pintor, y pondré el máximo interés, en destacar lo que cada maestro tuvo de innovador, revolucionario y trascendente. Aunque no se debe olvidar, que si el conocimiento histórico de su época, facilita el entendimiento de una obra de arte; su incorporación a nuestra cultura y a la propia conciencia depende, de modo fundamental, de la vivencia personal y ésta, difícilmente es posible, sin la contemplación y observación directa, "in situ", de la obra artística.